10 de septiembre de 2008

Cantarranas



En Cantarranas he vivido desde que nací hasta hace más bien poco... Era y es un buen sitio para jugar al escondite, al pillar, a tirarte por la rampa del arroyo, ... Era y es un buen sitio para tomarte unos boquerones en vinagre en el bar de Pepe (los mejores del mundo). Era y es un buen sitio para "campear" y recoger moras en verano y mancharte la ropa que con otra no se quita.
En Cantarranas nos conocemos. La merienda tocaba cada día en un sitio: en ca Paca la de la leche un buen tazón de colacao migao y en ca Lola, esos maravillosos rosquetitos fritos... Y la meloja de Antonia la de operaó!!!
Con mis amigas, todo: cantar, jugar pelear, pintar, catecumenear, bailar... hablar, hablar.

Paseos de primavera con Nati y los niños por el campo de Bernal cuando todo estaba alfombrado de flores. Aventuras con mis primos y primas en días de lluvia inesperada por el coto. Bicicletas en hilera de tren hacia la carretera de Las Lomas para ver a los abuelos y a los compis del cole.

Ahora, vuelvo a Cantarranas cada dos por tres, "Qué se parecen a ti, tus niñas igualitas que tú cuando eras chica!".

Y que yo quisiera que ellas vivieran también en Cantarranas para merendar con Lola y Luisa, visitar a Paca aunque ya no venda leche ...

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